Al realizar un análisis a lo largo del sector privado, independiente del sector del cual se trate se verifican diferentes debilidades y en la gran mayoría de los casos todo se agrava debido a que estas debilidades son la consecuencia de un problema estructural, que no se resuelve con pequeños parches o como se dice comúnmente “tapar un hueco y destapar otro”. Esta falla estructural puede generar incluso problemas como el bajo nivel de compromiso de los empleados, rendimiento limitado y afectación directa al clima laboral. Una planificación estratégica establece un norte desde la perspectiva de que la base sólida para obtenerlo es la correcta estructuración de la empresa, entendiendo que tanto la conformación de personal de la empresa, sus funciones y procesos deben estar claramente establecidos, delimitados y técnicamente definidos. La toma de decisiones y definición de estrategias son posibles mediante una correcta planificación, la misma que debe ser acompañada de un seguimiento constante, monitoreo de trayectoria y resultados, y cabe mencionar que, toda estrategia definida de manera sólida, es flexible a un cambio de rumbo en función de las circunstancias externas, las mismas que son variables en el tiempo.